El amor SIEMPRE es condicional

Publicado: 14 octubre, 2019 en Artículos Opinión

«Romeo y Julieta», arquetipo clásico de amor romántico

Estamos aburridos de escuchar decir a multitud de toda índole que físicamente «se gustan tal y como son, y no les importa lo que digan de él/ella». Obviamente, estas declaraciones provienen de personas que no pertenecen al canon de belleza impuesto. Me parece bien quererse y ese tipo de cosas, pero creo que la verdad subyacente es que estos individuos buscan palmeros y gente que los valide. Pongamos el manido ejemplo del joven con kilos de más (y digo joven, porque casi siempre son adolescentes o adultos que no han madurado) subiendo una foto a Instagram o cualquier red social mostrando sus curvas y diciendo «lo mucho que se ama». Seguidamente, un montón de individuos corren a subir el ego del susodicho con adjetivos como «valiente», «hermoso» y, por supuesto, aplaudiendo por doquier. Si alguien osa mostrar su disconformidad u opiniones diferentes al esperado aplauso políticamente correcto, entonces, será señalado por el propio interesado y sus acólitos como «superficial», «tóxico» y «heteronormativo», incluso he llegado a leer «machista heteropatriarcal» si la instantánea la ha subido una fémina.

Confieso que, cuando veo una publicación de estas, voy directo a comentarios a ver las opiniones disidentes y, sobre todo, cómo los discrepantes son descuartizados por las hordas. Y es que así es la cultura posmoderna. No es lo que es, es lo que sientes. La dictadura de las emociones aplastando la verdad.

Si observamos este ejemplo, está meridianamente claro que la posición de suficiencia ante «el que dirán» es vana y se cae como un castillo de naipes. Quieren amor incondicional y, si no lo obtienen, sollozan. Porque cuando veo que insultan al que disiente, no veo insultos; en el fondo, veo lloriqueos.

Aunque no hay que confundir amor romántico con amor incondicional, es curioso cómo las feministas de caviar se quejan de que el amor romántico es «tóxico» y es «un invento para someterlas». No obstante, estas ofendiditas, con una clara patología de dermis extremadamente sensible, quieren opiniones «Disney» que no les hiera. Y, curiosamente, la productora estadounidense ha sido señalada también por expandir, durante décadas, a través de sus películas, las maldades del mensaje de ese «amor romántico» que tanto condenan.

Lo paradójico es que Disney no pregona tampoco el amor incondicional. No, no lo hace. Al contrario. El príncipe nunca se va con la fea, ni mucho menos elige a la gorda para ser su pareja matrimonial. Su amor es CONDICIONAL. Condicional para él, pero no olvidemos que también condicional para ella. En un post anterior analizaba el film «Blancanieves y los siete enanitos», en el que a la protagonista ni se le pasa por la cabeza caer rendida por uno de los enanos (que, por cierto, la salvan y la cuidan). Sí, que serán bajitos y lo que quieras, pero también son hombres y sienten como tal.

El arquetipo de Disney está claro y, encima, ni siquiera es su arquetipo; es el arquetipo que durante milenios ha sentado las bases de las relaciones entre hombres y mujeres. Ella ofrece belleza, y él, seguridad; perfectamente mostrados en la beldad de Blancanieves y en la solvencia del príncipe. Este mensaje va más allá y nos enseña que ambos sexos aman de forma diferente.

La lógica elección de Blancanieves

Diferente, e insisto, por tanto, condicional. Todo tiene un precio; nada es gratis.

Mientras los varones son, tal vez, más sencillos en su capacidad de amar, me atrevo a decir que cualquier hombre, en general, se enamora de una mujer que huela bien, sea linda y, sobre todo, no esté chalada, el amor de una mujer a un hombre es más complejo, y, sin ser un experto, creo que se podría resumir en que para que una dama ame a un varón, ella tiene que admirarle.

Y la admiración es complicada y, además, costosa de mantener. ¿Será por eso por lo que las encuestas dicen que en caso de divorcio y separación son las mujeres, en mayoría, las que dan el primer paso? Quién sabe.

Lo que sí sabemos, y nuestros antepasados también y sin tantas mojigaterías, es que el amor siempre, pero SIEMPRE, es condicional.

*Mis dos primeros trabajos literarios libres (pincha aquí)

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

TÍTULOS A LA VENTA (AMAZON y LIBRERÍAS)

««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

Frontal el guapo

««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»»

JESÚS, EL HOMBRE MODERNO

«LA REDENCIÓN DE JOHN DICKSON»

«BILBAO y el mal escritor» – VERSIÓN KINDLE

Cubierta Bilbao

BOOKTRAILER  «BILBAO y el mal escritor»

«EL RUGIDO SECRETO» – VERSIÓN KINDLE

VERSIÓN KINDLE «EL EDIFICIO»

«TAROT. CAMINO DE LUCES Y SOMBRAS» en VERSIÓN KINDLE. ¡EDICIÓN ESPECIAL A TODO COLOR!

 

comentarios
  1. Nevermind dice:

    Absolutamente de acuerdo contigo. Aplaudo cada una de tus palabras. Para empezar, instagramers de mierda que no se aman a sí mismos, sino el reflejo que les devuelve el espejito mágico de sus seguidores. No es lo mismo mirarse uno mismo en el espejo y decir «Hoy me follo vivo/a, estoy espectacular, me siento guapo/a, estupendo/a etc…» que hasta está mal visto porque eres un ególatra vanidoso… que exponerse a la sociedad y recibir el mismo mensaje que quieres oír, pero de otros. Uno sale de ti y es sano, ¿Por qué nos inclulcarán que eres un vanidoso si te cuidas, te mimas, te quieres y te gustas? Y el otro sale de la corrupta sociedad que ya no puede decir verdades. Porque… lo siento, pero una persona obesa, personalmente no es lo más «lindo» que pueda verse. Voy a poner éste ejemplo porque es muy gráfico. Cuando una persona obesa sube su foto a redes sociales y le llaman valiente, guapo, ole tus curvys… ¿Están haciendo apología de la enfermedad cardiovascular? Yo no entro a juzgar a nadie, por supuesto tengo amigos altos, bajos, flacos y gordos y jamás los juzgaré por sus atributos físicos, pero es que ellos no me lo piden. Cuando éstas personas se suben al púlpito para ser adorados, también deberían saber encajar las críticas, porque para gustos los colores, y somos muchos. Una sociedad enferma sólo dirá lo políticamente correcto aunque por dentro piense todo lo contrario. ¿Os suena de algo? Así son nuestros políticos! Pues eso, fiel reflejo de la sociedad a la que representan.
    Respecto al amor condicional, lo mismo. De acuerdo total. Las parejas se separan porque las condiciones cambian, y es muy difícil que no cambien a lo largo de los años, lo jodido es mantener el equilibrio.
    Alguien que sabía de lo que hablaba me dijo una vez: «Los únicos amores eternos son los imposibles» y creo que es porque no se dan las condiciones, lo que lo deja todo maravillosamente abierto a la imaginación e intacto ante el paso de los años.

Deja un comentario