REFLEXIONES «TXIRRINDULARIS» CXII. DIEZ LECCIONES ATEMPORALES Y DOS RECOMENDACIONES PARA LOS JÓVENES

Posando con algunos de mis trabajos (Librerías y Amazon)

Esta época en que no nos relacionamos tanto de manera física, sino digitalmente —a base de las diversas aplicaciones sociales: Facebook, TikTok, Instagram, etcétera—, es perfecta para que las personas tóxicas hagan de las suyas. Sí, perfecta. ¿Por qué? Porque antaño los narcisistas, los egoístas y los sociópatas lo tenían peor para medrar. Estos individuos debían confrontar en la vida real con el resto de los mortales. Y así era más fácil verles el plumero. En cambio, hoy se escudan tras una pantalla que ofrece una primera impresión engañosa y es más sencillo que nos manipulen para sus espurios intereses.

Pensando en esto, señalaré a continuación diez lecciones atemporales que cualquier joven puede aprenderse para evitar a esta gente nociva y, además, para brillar en una época tan oscura como la actual, la posmoderna. Me dirijo más hacia los imberbes porque los adultos —generaciones X y Boomer— que todavía no han empollado de qué va esto de “pasar por aquí”, ¡qué rabanos!, ya no lo van a hacer.

Atentos, porque lo que os voy a contar, ¡metéroslo bien en la cocorota!, es oro puro (vale más euros que pelos tengo en el bigote).

• Las apariencias engañan. Sí, es un dicho sabido por todos, pero rara vez le prestamos atención. Hay gente que presume un aire de honestidad y decencia muy marcado. Si es así, ¡desconfía! La gente digna no gasta energías en demostrarlo, porque es parte de su naturaleza. Sin embargo, los que son unos batracios indignos, necesitan un plan sibilino: cultivan una imagen de honradez para encubrir su toxicidad. Lo mejor sería que nos fijemos siempre en lo que las personas hacen —ahí está el poder— y no en lo que nos dicen o pretenden hacernos ver.

«Por sus frutos los conoceréis, ¿acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?».

—Mateo 7:16

• Si tienes una habilidad no la ofrezcas “de gorra” y mucho menos a gente que no lo merece. Lo gratis nunca es apreciado. Así que, si tienes un don, estímalo como merece y, automáticamente, la gente lo valorará.
• Asume que en esta vida todos competimos contra todos. Sí, ¡vaya papeleta!, ¿verdad? Pero es que lo hacemos ¡a cada rato! Esa zarandaja new age de que «competir es malo» no te la tragues. Si estás leyendo esto —en vez de otra cosa— es porque lo has elegido, lo has seleccionado por sobre otros artículos. La vida es un gran mercado y la única verdad es “la oferta y la demanda”. Hay una cosa que —más pronto que tarde— debes aprender: en la lucha no enseñes tus cartas (excepto en la seducción, y no siempre). (Puede que desarrolle este tema en otra entrada). Recuerda que esconder tus intenciones y jugar a ser impredecible te da poder y ventaja sobre tu contrario, ya sea este un particular, ya sea un colectivo.
• Para complementar el tercer punto, recuerda que en el deporte no siempre gana el más fuerte; gana el MEJOR. Y “el mejor” contiene una mezcla de muchos atributos: fuerza, maña, oportunidad, astucia y pericia, y también inteligencia y estrategia. Este último concepto —estrategia— es clave.

«Aparenta ser débil cuando eres fuerte y fuerte cuando eres débil».

—Sun Tzu [«El arte de la guerra»]

• No dejes que tus emociones te subyuguen, o los tortazos que recibirás serán “de alivio”. Sobre todo si eres hombre. (A las mujeres se les perdona más este pecado). Recuerda que tras cada emoción hay una reacción lógica. Antes de actuar, analiza el porqué de esa emoción y, si aún ves que no vas a poder controlarte, no seas mendrugo y pon “pies en polvorosa”, lárgate a la seguridad de tu casita y ¡quédate solo! A la larga lo agradecerás, porque alguien que no puede fiscalizar públicamente sus trastornos —ni sus palabras— en un momento de desquicio, pierde valor y respeto.
• Este punto va ligado al anterior. Toma las decisiones de tu vida desde la racionalidad. ¡Siempre! Una mala decisión nacida desde las tripas podría no tener arreglo jamás, o incluso —en ciertos lugares y en el peor de los casos— acabar como cliente del servicio de pompas fúnebres.
• No malgastes tu tiempo, ni tus energías, con fanáticos, ¡con gente que está como una regadera! El precio es demasiado alto y la paz mental es un imperio a proteger. Es mucho más sano quedarte en el bar de tu amigo Pepe calentándote a base de tragos de cazalla. Mofas aparte, escribí sobre esto en un post anterior titulado «Por qué la ideología es ausencia de criterio propio y crucifica la razón». (Os invito a echarle un ojo).
• Separa los amigos de los objetivos de vida. Los amigos son para esto, para la amistad. Pero para tus sueños profesionales rodéate de las personas más capacitadas que puedas, las cuales no tienen porque ser —tal vez sea mejor así— tus colegas.
• Cuando tengas un problema con un grupito, ve directamente a confrontar con su líder. Todos los colectivos tienen un gurú. Hay un pastor y los demás son ovejas sin cerebro que sólo repiten mantras y eslóganes como papagayos, sin analizar qué rábanos dicen. Por resumirlo en un ejemplo: si tienes una contrariedad en un circo, habla con el jefe, ¡y no con los payasos!
• Averigua tu misión de vida. Todos tenemos un propósito. Indaga cuál podría ser el tuyo y sacrifícate por él. Tener un objetivo es una respuesta a nuestro paso por el mundo, es esencial. Esto te va a ofrecer algo más importante que la felicidad: te va a regalar paz. Por eso las ideologías —tiranías mentales y espirituales— florecen en épocas de pocos valores; cuando abundan las personas que carecen de una moral fuerte, de una ética sólida que les guíe a entender que, mayormente, estamos aquí para servir a los demás —no desde la esclavitud, sino desde la libertad—. Y para esto se exige sacrificio, ¡pero sacrificio voluntario!, en algo —más intangible que material— que nos engrandezca. La vida puede ser sufrimiento, pero cuando hay un objetivo es llevable, amén de disfrutable.

«Mi yugo es fácil y ligera mi carga»

—Mateo 11:30

Ahora van dos recomendaciones esenciales. Bajo mi punto de vista, sin ellas lo que has leído antes no tiene el menor valor ni recorrido.

1. Apegos genuinos. Si tienes amigos que te quieren consérvalos; si tienes una mujer/hombre que te respeta, mantente a su lado. Como dije en el punto tercero: competimos todo el rato. Esto quiere decir una cosa primordial: a la mayoría de la gente no le importas “una mierda” si no puedes hacer nada por ellos. Eso es el 99,9% de las personas que pasarán por tu existencia. No obstante, el 0,01% restante es vital. ¿Por qué? Porque da sentido a la vida y vence al 99,9%. Piensa que una simple llama triunfa sobre la oscuridad más densa. Por eso hay que conservar esa luz a toda costa: las personas que amas y te aman; ¡o caerás en el nihilismo más atroz!
2. Tu relación con Dios. (Muy relacionado con el punto 10). Enfócate en tu misión, porque en la concentración está la eternidad, y es en la eternidad cuando eres uno con Dios. Las casualidades no existen y estamos aquí para algo. ¡Recuérdalo!, Dios te ha creado y lo que quiere para ti es lo que más te conviene. Cuando no sabes qué hacer, no hay nada como rezar o detenerte ante las señales divinas. La fe en Dios es el arma más poderosa. Lo contrario, es el infierno.

«Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa».

—Gilbert Keith Chesterton

¡Ójala les sirva esta entrada a los más jóvenes! (El posmodernismo que sufren es una tiranía tan sutil como aterradora para las libertades individuales).  Ellos viven un presente tóxico, en que un Estado —la Matrix— cada vez más enorme, ¡más elefantino!, coarta su libertad y —desde bien pequeñitos— les ha enseñado-obligado a autocensurarse. En tiempos woke es complicado saber comportarse, porque todo es relativo, ¡maleable!

¡Salud y pedales!

*Si deseas saber más sobre la posmodernidad totalitaria (y censora) y crees en la información como herramienta creadora de mentes con criterio, te invito a leer mi ensayo: ««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»».

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

TÍTULOS A LA VENTA (AMAZON y LIBRERÍAS)

««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»»

«LA REDENCIÓN DE JOHN DICKSON»

«BILBAO y el mal escritor» – VERSIÓN KINDLE

BOOKTRAILER  «BILBAO y el mal escritor»

«EL RUGIDO SECRETO» – VERSIÓN KINDLE

VERSIÓN KINDLE «EL EDIFICIO»

«TAROT. CAMINO DE LUCES Y SOMBRAS» en VERSIÓN KINDLE. ¡EDICIÓN ESPECIAL A TODO COLOR!

 

POR QUÉ LA LECTURA ES SIEMPRE UN REGALO ACERTADO EN NAVIDADES Y EN CUALQUIER DÍA DEL AÑO

Algunos de mis títulos disponibles para estas Navidades

Una de las formas más inteligentes de suavizar nuestras debilidades es hacerlas saber. Por tal razón, confieso que siendo un mocoso el presente que más agradecía era un TBO, y ahora que peino canas, también.

Y es que ya lo dijo —muy acertadamente— una vez Francisco Ibáñez: «Para llegar a Kafka, primero hay que pasar por Mortadelo».

Supongo que con semejante ADN no tenía otro destino posible que el de tener un blog y convertirme en autor. Al comenzar a «jugar a ser escritor» tenía la cabeza llena de pitufos de todos los colores. Sin embargo, caí en la cuenta de que este es un camino sin meta (lo cual es un regalo) y el ego es una carga poco recomendable. Estamos aquí para servir y no al revés, y escribir —como ofrenda— no es una excepción.

Y para escribir se necesita algo de disciplina, porque a las Musas se seducen con humildad y trabajo, y además alguna dosis de locura.

Pero, ¡al turrón!, voy a aprovechar las fiestas navideñas para hacer algo de autopromoción para que, si a alguien le interesa, pueda regalar (o regalarse) alguno de mis libros.

¡Comenzamos el viaje!

1. EL EDIFICIO.

 

Sinopsis: «Un gato negro se cruza en la rutina de Ricardo y lo conduce a un extraño edificio. Un universo insólito de personajes lo aguardan y lo retan a conocer el inmueble con la recompensa de un fabuloso viaje, pero antes deberá superar las más asombrosas pruebas. En un principio, el miedo lo impulsa a salir de allí, pero la curiosidad puede más, y decide quedarse. A partir de ese momento, su destino cambiará para siempre.
El Edificio. Pasión, aventura, fantasía, magia, y revelaciones sorprendentes en una novela para adultos que aún llevan un niño en el corazón.»

*Este cuento para adultos (con una inspiración preliminar en «Alicia en el país de las maravillas») fue publicado en 2016. Siempre tengo en mente cómo nació y dónde, ya que aquello fue una de las mayores sensaciones de sincronicidad —y es que la energía crea la vida, y la vida, la energía— que he tenido. Supongo que esa conexión surgió, al menos en parte, como consecuencia de una ceremonia de ayahuasca con un chamán que aún tenía reciente.

2. EL RUGIDO SECRETO.

Sinopsis: Ander Iturriaga es el delantero estrella de los leones, y Nagore Muñoz, la líder del partido conservador en Euskadi. Sus caminos se cruzarán con un destino incierto.
«El Rugido Secreto» es una novela de amor, pasión, fútbol y política. La ciudad de Bilbao y el Athletic se suman a la historia como personajes destacados y le aportan su carisma. Esta historia narra el feroz partido que se disputa entre la mente y el corazón, sin un claro favorito.

*Creé esta novela costumbrista gracias a cierto hartazgo «buenista» —y algo hipócrita— en el que vivimos. Me había hartado de escuchar soflamas tipo “el amor es lo más importante” o “el amor lo es todo”. Así que puse en solfa estos mantras con la construcción de una historia de crítica social en la que el amor genuino establece una guerra fratricida, quizás en demasiadas ocasiones, con esas ideologías que nos encadenan.

3. TAROT. CAMINO DE LUCES Y SOMBRAS.

Sinopsis: «En este ensayo conoceremos los Arcanos Mayores de forma sencilla y básica, junto al capítulo extra, de Ricardo J. Palmeiro (Historiador y Tarotista), sobre los arcanos menores. Con paciencia, cariño, dedicación y amor, los arcanos empezarán a hablarnos y ya no les dejaremos ir. Serán una parte importante en nuestra vida para siempre.»

*Este fue mi primer ensayo y tuve la fortuna de enriquecerme del conocimiento de las muchas personas que colaboraron conmigo. Es uno de esos trabajos en los que uno aprende la lección de que “compartir siempre suma”. Además, conté con la suerte de que la casa Heraclio Fournier me cediera los derechos de hasta ocho tarots diferentes (entre los que se incluyen nombres tan conocidos internacionalmente como Luis Royo, Anne Stokes, Victoria Frances o Ricardo Cavolo, entre otros) para ilustrar mi obra. Mi intención con este libro era que aquellos que deseen iniciarse en el mundo del Tarot puedan hacerlo de manera sencilla, amena e, incluso, en ciertos momentos, dibujando una sonrisa.

4. JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos.

Sinopsis: En un mundo hiperconectado y con movimientos que ganan cada vez más fuerza en el Estado y en nuestra cotidianeidad, el individuo, paradójicamente, se ve más forzado a autocensurarse, más restringido en su libertad de opinión y confuso ante una nueva «realidad» que lo desborda.

Es la era de internet y de la sobreinformación, en la que es complicado saber cómo comportarnos. En resumen, una dictadura blanda y sutil que va ganando terreno en pilares como el derecho romano (la igualdad ante la ley), la lógica griega (el razonamiento por sobre las emociones) y la libertad de expresión, que son algunas de las raíces de nuestras democracias modernas occidentales.

««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»» es un ensayo que toma a Jesús como arquetipo del hombre moderno, y toma sus dichos y actos para contraponerlos con la actual doctrina posmoderna, en un intento por construir una guía que ponga un poco de luz en una época tan oscura.

*Advierto desde ya que mi segundo ensayo no es un libro religioso, ni sobre Jesús (aunque lo cierto es que el nazareno es el arquetipo que más utilizo como modelo de modernidad); sino que, más bien, versa sobre la posmodernidad y sus nocivos efectos en Occidente. Las cinco primeras leyes —y este orden no es por azar— son más teóricas o conceptuales; y las últimas cinco, más místicas. 

5. LA REDENCIÓN DE JOHN DICKSON.

Sinopsis: Un nuevo sheriff llega a la ciudad de Jackson City para hacer cumplir la ley y pronto deberá enfrentarse a Lander Watson, el rico terrateniente que somete al pueblo con la ayuda de sus pistoleros, los hermanos Dylan. En esta contienda, el nuevo agente de la ley solo contará con Harvey Wills, un pequeño ganadero, y Frank Moore, el borracho del pueblo.

«La redención de John Dickson» es un western clásico lleno de acción, aires épicos, romance, humor mordaz y tenso dramatismo, que homenajea aquellos films de la edad de oro hollywoodense.

*Una vez escuché que «cuando te empieza a gustar la música de Pink Floyd significa que te has hecho mayor». (Vamos, un carroza, por decirlo en cristiano). Pienso que sucede lo mismo con el western. El protagonista —o héroe— de las viejas películas del Oeste suele ser alguien libre, aunque también una persona llena de dilemas. De hecho, creo que es un género a rescatar. Como escribí en un antiguo post: «Es un sopapo de realidad que viene a decirnos que no todo es exigir derechos, que la existencia no es una fiesta continua donde nada debe incomodarnos. Porque nos enseña que no es lo mismo un problema que una decisión. Porque nos muestra (en forma de lecciones) que la vida que merece la pena vivir es la que se vive en libertad; que son el valor y el coraje (y no el conformismo) los que aportan valía y autenticidad; que lo esencial es el camino —y lo que hacemos mientras, tal vez, cabalgamos en nuestro rocín— y no la meta; que los tiempos rudos y difíciles transforman a los hombres (y mujeres) en una versión mejor —o peor— de sí mismos».

6. BILBAO y el mal escritor.

Sinopsis: Teo es un escritor frustrado y hedonista que oye una voz a la que intenta obedecer. Tras un par de proyectos literarios fallidos, decide contar la historia de Lukas, el vampiro que, cual oscuro señor feudal, guarda Bilbao desde las sombras. Mientras Teo tiene que luchar con sus propios conflictos internos, Lukas deberá librar una batalla que puede cambiar el destino de la noble villa para siempre.
«BILBAO y el mal escritor» es una historia dentro de otra historia. Fantasía y realidad se fusionan en una aventura impregnada por el espíritu único de la ciudad.

*Crear esta novela fantástico-costumbrista me hizo observar el «Botxo» con otros ojos. Sí. Os lo puedo asegurar. O, más que mirarlo de otra manera, simplemente «verlo». Me di cuenta de que me había tirado años ciego en la Villa de la que soy natural y habitante. Escribir «BILBAO y el mal escritor» me ha llevado a amar más el lugar en que nací.

7. KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo».

Sinopsis: Kirk Boston vive tranquilamente junto a su hijo y su mujer en las afueras de la emergente ciudad texana de Jackson City. Pero esa calma se verá interrumpida por la visita de un forastero que viene a buscarlo en nombre de un poderoso senador para que capture con vida al forajido más sanguinario: Mark Thomas, alias «el Guapo», quien va dejando un rastro de terror, saqueos y asesinatos, allí por donde pasa con su banda.
««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» es un western para los amantes del género y para todo aquel que disfrute con una buena historia en la que se combinan acción trepidante, gotas de humor y el dilema del protagonista entre la responsabilidad para con su familia y su profundo sentido del deber: hacer frente y detener al bandido más despiadado del Oeste.

*Esta segunda historia de aventuras en el Far West es, hasta la fecha, mi último trabajo. ¿Y por qué otro western? Porque para estos tiempos de corrección política no hay nada mejor que un wéstern clásico, que se convierte en un género necesario porque nunca es complaciente y sintetiza a la perfección lo bello y lo salvaje. En ocasiones incomoda —como debe ser— y nos regala lecciones de vida, como son el valor del honor, el sacrificio y, a menudo, la toma de decisiones dolientes.

Querido lector, hasta aquí la presentación de mis títulos publicados. Si alguno te resulta de interés, o pica el gusanillo, no tienes más que pinchar en la portada de la obra elegida —también sobre el título— para ser redirigido a Amazon y finalizar la compra.

Aprovecho la ocasión para desearos a todos una muy Feliz Navidad.

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

ANIVERSARIO DEL LANZAMIENTO DE ««KIRK BOSTON CONTRA LA BANDA DE MARK «EL GUAPO»». CAPÍTULO PRIMERO: «PRUEBAS DE TIRO»

Portada de ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «El Guapo»»

«Cada uno es hijo de sus obras» (El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes Saavedra)

Mary terminaba de colgar la ropa de la familia. Era fin de semana, y su marido estaba en los prados cuidando las reses. Para ellos no había festivos, excepto para su hijo, que el sábado y domingo no iba a la escuela, pero debía estudiar y ayudar en las tareas del rancho. A ella le gustaría dar a su hijo tiempo para que solo se instruyera, pero la vida allí era dura, y todos, sin excepción, debían arrimar el hombro. Fue a buscarlo al corral, pero para su disgusto no estaba. Entonces, escuchó varios disparos. La madre adivinó al instante y entró en cólera.

En una de las vallas que delimitaban su hacienda, lo vio y fue rauda a su encuentro.

—¡Johnny, gandul! ¡Te he dicho mil veces que no es momento para jugar!

—¡Cáspita, madre! Mi nombre es John, ya no soy un niño. Estoy perfeccionando mi puntería. He dado a ocho latas de diez. Padre estará orgulloso.

—Tu padre te dará una somanta de palos si se entera de que has cogido su colt antiguo para estar perdiendo el tiempo. ¿Qué hay de tus deberes?

—Terminados. Ahora, toca practicar un poco el dedo —respondió con esa graciosa suficiencia que hacía que Mary debiera aguantarse la risa para no restarse autoridad.

—¿Y la comida para las gallinas y los puercos?

—Tarea acabada, madre.

—¡Ve a estudiar!

—Controlado, me lo sé todo. Las ultimas notas, sobresaliente en todas las asignaturas.

—¡Pues ve a leer la Biblia! Y no me hagas enfadar. ¡No quiero verte perdiendo el tiempo!

—¡Caray! Cómo eres, ¿eh?

—Chiquillo deslenguado, verás cuando se lo diga a tu padre.

Lo vio andar parsimoniosamente, resoplando, cabizbajo y con las manos en los bolsillos, hacia la casa; esa petulancia le recordaba a su esposo. Pensó que era dura con él, que el vivir en las afueras de Jackson City le impedía jugar con otros chicos de su edad, pero esos pensamientos le duraron poco, y fue a comprobar si en verdad había cumplido sus tareas en la granja.

Se sintió satisfecha al ver que así era: los cerdos y las gallinas dormían haciendo la digestión, pero estaba harta de que ese mequetrefe se rebelara contra la disciplina. A la noche hablaría con su marido, vaya que lo haría; le diría a su padre que la había desobedecido para que le diera un buen correctivo.

** Para celebrar el aniversario de su lanzamiento, hasta el 4 de octubre tendrás la ocasión de obtener gratuitamente el eBook de ««Kirk Boston contra la banda de Mark «el Guapo»». Accede a Amazon, (pincha aquí) descarga la versión Kindle de este western y sigue disfrutando de su lectura. No olvides dejar tu reseña una vez lo hayas leído; conocer tu opinión aporta valor a mi trabajo. Muchas gracias y ¡viva el Far West!

SINOPSIS

Kirk Boston vive tranquilamente junto a su hijo y su mujer en las afueras de la emergente ciudad texana de Jackson City. Pero esa calma se verá interrumpida por la visita de un forastero que viene a buscarlo en nombre de un poderoso senador para que capture con vida al forajido más sanguinario: Mark Thomas, alias «el Guapo», quien va dejando un rastro de terror, saqueos y asesinatos, allí por donde pasa con su banda.
««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» es un western para los amantes del género y para todo aquel que disfrute con una buena historia en la que se combinan acción trepidante, gotas de humor y el dilema del protagonista entre la responsabilidad para con su familia y su profundo sentido del deber: hacer frente y detener al bandido más despiadado del Oeste.

*Y, además, mis dos primeros trabajos literarios libres para el que desee descargarlos:

«TARÓTICO. Un viaje sexpiritual» (REMASTERED – 2023, pincha aquí)

«EL DIARIO DEL BUEN AMOR» (REMASTERED – 2023, pincha aquí)

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

TÍTULOS A LA VENTA (AMAZON y ORÁCULO DE DELFOS)

«TARÓTICO. Un viaje Sexpiritual»

««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»»

«LA REDENCIÓN DE JOHN DICKSON»

«BILBAO y el mal escritor» – VERSIÓN KINDLE

BOOKTRAILER  «BILBAO y el mal escritor»

«EL RUGIDO SECRETO» – VERSIÓN KINDLE

VERSIÓN KINDLE «EL EDIFICIO»

«TAROT. CAMINO DE LUCES Y SOMBRAS» en VERSIÓN KINDLE. ¡EDICIÓN ESPECIAL A TODO COLOR!

 «EL DIARIO DEL BUEN AMOR» (FORMATO FÍSICO EN ORÁCULO DE DELFOS)

«V FERIA DEL LIBRO DE SANTUTXU» Y UNA BREVE REFLEXIÓN SOBRE LA FIGURA DE FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ

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Ayer, 15 de abril, fue la «V feria del libro de Santutxu». La anterior edición fue antes de la pandemia, por tanto, ha llovido. Sin embargo, he trabajado como un enano y he continuado sacando títulos, y este renovado evento literario me ha dado la oportunidad de presentar los libros más recientes a los curiosos que se acercaron a mi estand.

Estuve bien acompañado por varios autores del barrio, aunque se echó de menos a algunos que acudieron en otras ocasiones. No obstante, ¡albricias en compota!, Alberto Valverde (coautor con Sonia Córdoba de «Hijos de Alcant») vino a hacerme una visita. Y luego, con regocijo y chirigota, bebimos un poquito de «zumo de uva» para animar el cotarro.

Otra diferencia con años pasados fue que muchos lectores, al buscar libros más recientes, me dieron sus impresiones de otros que ya leyeron. Creo ya haber comentado esto en mi blog, pero cuando alguien me habla de un libro mío ocurre un momento mágico, y es que la persona suele hablar de sí misma de una forma muy intimista. Lo aprecio especialmente porque aprendo mucho ante esa desnudez emocional (no sé si llamarla inconsciente) cuando alguien critica (y da lo mismo sea para bien, mal o regular) una novela o ensayo mío.

Y quiero aprovechar para hacer algo parecido, que explique mejor lo que quiero decir. Esta semana ha fallecido el autor madrileño Fernando Sánchez Dragó (1936-2023). Cuando era adolescente, le pedí a mi madre una novela suya: «La prueba del laberinto» (1992). Al ser premio Planeta de aquel año, pensé que iba a leer algo cojonudo, y el resultado no pudo ser más amargo. Me pareció insulsa, aburrida, narcisista y un pelín misógina.

Ahora me callo porque yo también he escrito novelas así, en primera persona y, además, con regodeo. Pienso que, ¡caray!, debería darle una relectura, porque no olvidemos que los libros no cambian, cambiamos nosotros.

El caso es que, a mis dieciséis o diecisiete años (no recuerdo bien), me quedó un resultado tan agrio después de aquel primer contacto con el escritor del barrio de Salamanca (Madrid) que no volví a leer nada de él.

Asimismo, en sus programas de televisión me parecía igual que en su personaje literario. A veces, escuchaba un trozo de algunas de sus entrevistas y, con espasmo y tormento, veía que las aprovechaba, en demasiadas ocasiones, para hablar de sus ideas más que para conocer al invitado. Vamos, que no lo soportaba.

Esto no me ocurría con su amigo, también recientemente fallecido, Antonio Escohotado (1941-2021), cuyas conferencias me resultaban mucho más amables de atender y seguir.

Con el transcurso de los años, empecé a quitarme prejuicios con el bueno de Fernando y a apreciarlo un poco más. Más allá del personaje controvertido (que, como él mismo reconocía, había que diferenciar de su persona), había un intelectual de lo más interesante.

En resumidas cuentas, si como espectador observo a Sánchez Dragó actor, me queda el regusto final de una persona que vivió como quiso, libre incluso en tiempos de la dictadura, alguien que fue antifranquista cuando serlo tenía un sentido (es decir, cuando vivía Franco), y que aquello tuviera consecuencias como la cárcel (diecisiete meses) y el exilio (siete años) solo puede tener mi respeto. Y no se acomodó, en estos tiempos se había erigido contra esa dictadura tan sofisticada, refinada y sutil (que en este blog hemos llamado posmoderna o woke). Su voz era muy crítica. Escribió contra la «tiranía progre», la globalización, la Agenda 2030 y, en definitiva, contra lo que él denominaba «progrefascismo» y que, tal vez, quién sabe, sea más destructora que aquella con la que tuvo que lidiar en sus años mozos. Habría que habérselo preguntado ya que él vivió las dos.

Y sé que hablar de este señor es crispar a muchas voces que lo tachan de pederasta. Aburrido de estas acusaciones, sin que nadie pusiera la fuente ni un enlace a alguna evidencia que lo demuestre, me dediqué a buscar la raíz de aquella polémica. Y encontré que se basa en el párrafo de un libro suyo con Albert Boadella titulado «Dios los cría…» (2010). Además, encontré declaraciones del autor, jurando por su honor que jamás había estado con una menor, que aquello era ficción y que, por favor, se leyeran el libro y luego opinaran. Después de terminar mis pesquisas, comprendí que, en España, demasiada gente repite acríticamente un relato (un bulo interesado) y no se molesta en buscar la verdad. Porque, supongo, es mucho más cómodo repetir como robots lo que nos cuentan que indagar, investigar la veracidad de los hechos y tener criterio propio.

En cuanto a su vida amorosa, amantes y mujeres en general de las que tanto disfrutaba escribir (y alardear), me parece más una nota curiosa del personaje que se creó que significativa en sí misma. Sobre problemas de mujeres ya escribió Bukowski de una manera mucho más sugestiva e, incluso, desternillante. Lo siento, Fernando, tu trato con el sexo bello siempre me aburrió y nunca me ha seducido (aunque esta opinión, por qué no, también puede mutar), pero te doy las gracias por darme la lección (alguien como tú, que no deja indiferente) de que, en la mayoría de las ocasiones, mis prejuicios son proyecciones; porque, mira, Fernando, y que en paz descanses, confieso que, durante años, me has parecido un energúmeno, un batracio y un percebe de tomo y lomo, pero he decidido que voy a pedir a mi madre que, por favor, mire si en el trastero se encuentra, en alguna polvorienta caja arrinconada, «La prueba del laberinto».

Sí, he resuelto volver a abrir sus páginas.

Para finalizar, os dejo algunas de las instantáneas de ayer: la «V feria del libro de Santutxu». Gracias a los que vinisteis y, por supuesto, gracias a todos los que estáis lejos, que no pudisteis acudir, pero seguís mi blog.

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Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

TÍTULOS A LA VENTA (AMAZON y LIBRERÍAS)

««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»»

«LA REDENCIÓN DE JOHN DICKSON»

«BILBAO y el mal escritor» – VERSIÓN KINDLE

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REFLEXIONES «TXIRRINDULARIS» XLVIII. POR QUÉ EN LOS MOMENTOS DUROS SE NOS CAE LA CARETA Y SE CONOCE DE PRIMERA MANO QUIÉN ES QUIÉN (PRESENTACIÓN DE ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» EN ORÁCULO DE DELFOS)

Portada completa de ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

Aunque vemos la pandemia, el coronavirus y el confinamiento como algo muy lejano (lo que se deja de hablar, deja de existir), no tengo duda de que nos marcó en el inconsciente individual y colectivo.

Algunos dicen que el mundo es distinto, que es como si viviéramos otra realidad; yo pienso que los que somos diferentes somos nosotros.

Parece que la pandemia ha marcado una especie de «año cero» y venimos desnudos a una nueva existencia, en la que tenemos que aprender a desenvolvernos con nosotros y con los demás.

Ciertamente, el estar encerrados en casa cuatro meses a algunos afectaría más que a otros y lo tendrán marcado a fuego. Puede que se piense que esa situación ya está superada o trascendida, pero tal vez sea como el «ojo de Sauron», que débil, pero latiente (siempre vigilante, eternamente amenazante), espera otro momento propicio para hacer de las suyas.

Mi teoría es que, de forma automática (de serie), nuestro ser tiene unos programas, y uno de ellos es el de supervivencia. El instinto no se traga eso de que esa experiencia traumática ha sido vencida y no volverá. Por tanto, vivimos en una época de más individualismo, egoísmo y, quién sabe si lo más peligroso, nihilismo. En resumidas cuentas, en los momentos duros cada uno va a lo suyo, y se nos cae la careta.

Este aislamiento con la unicidad que somos, a las élites gobernantes, ansiosas de poder, les viene de perlas. Con la crisis del COVID, hemos advertido lo sencillo que es que, con un chasquido de dedos, el estado de derecho que, supuestamente, nos garantiza una serie de libertades y derechos individuales, se modifique en un instante, en un visto y no visto.

Sin embargo, la situación actual es provocada por nuestro narcisismo; nos afecta como sociedad de, supuestamente, personas libres. Al vecino, al amigo, incluso a seres queridos, ya no los tenemos en tanta consideración; nos dan un poco igual. Nos hemos hecho cómodos. La ironía es que cuanto más nos alejamos de la gente, más fácil es que nos utilicen y nos vuelvan a manipular a su antojo; la consciencia colectiva se pierde y quedamos más indefensos. Estoy (casi) convencido de que si mañana mismo regresara la misma (u otra) pandemia, nuestro servilismo sería aún más absoluto, seríamos mucho más rebaño que en 2020.

Pero, bueno, de la oscuridad se sacan conclusiones que nos son de utilidad. Cualquier ser humano que ha pasado una crisis intensa (por ejemplo, una depresión) conoce de primera mano quién es quién; a quién le importas y a quién no. Y la pandemia nos lo ha hecho saber a nivel colectivo (porque las leyes universales son las mismas para lo diminuto como para lo grande); es decir, quién se relaciona con nosotros con una careta y desde el artificio, y quién desde el cariño y el amor genuino.

Además, como todos somos «buenos» y «malos», también es un gran momento para hacer autocrítica y ver a quiénes hemos fallado, cómo les hemos fallado y, lo más esencial, por qué. No somos perfectos, ni nunca lo seremos, pero sí podemos mejorar (o empeorar). Y es que la posibilidad de elegir es un don: podemos optar a la luz consciente de antaño o continuar bajando a las profundidades del escepticismo.

Hoy no hay visita txirrindulari a ermitas…

En este post quiero aprovechar la oportunidad de dejaros un resumen de la presentación de ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» en Oráculo de Delfos (Askao 17, Casco Viejo de Bilbao). Asimismo, agradecer la compañía de Ricardo Palmeiro (doctor en Historia) y Alberto Valverde (autor) por acompañarme. También, a la presentadora Susana Porras (Tele 7) por su amable entrevista.

Y, por supuesto, a todos los que acudisteis al evento en un día tan lluvioso.

Eskerrik asko!

*Si deseas saber más sobre la posmodernidad totalitaria (y censora) y crees en la información como herramienta creadora de mentes con criterio, te invito a leer mi ensayo: ««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»».

*Y, además, «TARÓTICO. Un viaje sexpiritual» libre para el que desee descargarlo:

«TARÓTICO. Un viaje sexpiritual» (REMASTERED – 2023)

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

TÍTULOS A LA VENTA (AMAZON y ORÁCULO DE DELFOS)

«TARÓTICO. Un viaje Sexpiritual»

««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

««JESÚS, EL HOMBRE MODERNO. 10 «leyes» para sobrevivir a tiempos posmodernos»»

«LA REDENCIÓN DE JOHN DICKSON»

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EL ROMANTICISMO COMO ARMA CREADORA Y LANZAMIENTO DE ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»»

Ejemplares de ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» ya disponibles

Las tiendas de golosinas de mi época de infante (1980 a 1990) no han cambiado tanto. Excepto por las máquinas de jugar (cuyo precio, dependiendo del juego, oscilaba entre 10 y 25 pesetas) y por los intercambios de «bolsilibros».

En aquel entonces, con cinco duros (25 pesetas) podías hacer la tarde; 5 pesetas para un chupachups, 10 para un paquete de gusanitos y otros 10 para un vaso de jariguay (refrescos baratos de limón, naranja o cola, servidos en un pequeño vaso de plástico).

Si tenías una moneda de 100 era, para un rapaz, mucho dinero. La de cosas que se podían hacer.

Recuerdo pedir al hombre (o mujer) de la tienda mis golosinas favoritas, mientras observaba de reojo a chicos mayores (adolescentes y jóvenes en su mayoría) agachados en unos pequeños compartimentos, rebuscando alguna novelilla que llevarse. Indagaban con ahínco qué opción sería la mejor; vamos que se tomaban su tiempo.

Yo no comprendía cómo tenían tanto interés aquellos muchachos. Desde mi mentalidad de crío de 8 años no alcanzaba a entender qué placer se les podía sacar a unos librillos usados, la mayoría del Oeste, para tomarse tanta atención y molestia.

También había un compartimento para chicas, y la temática de aquellos «bolsilibros» era el romance e historias de ese tipo.

Los clichés no cambian (y por algo será); a los hombres los mueve la acción, y a las mujeres, las emociones. Y así son las cosas por mucho que la posmodernidad nos venda disparatadas teorías de «construcción social» y bla bla bla.

Veinte años después, a los 28, vivía solo en un quinto sin ascensor. Cuando tenía tiempo libre, bajaba con unos cuantos cómics a una vieja tienda de barrio del Botxo. Allí, por el módico precio de 10 pesetas (o diez céntimos de euro, no lo recuerdo bien ya que por esa fecha se empezó a implementar la moneda europea) dejaba mis tebeos y escogía otros.

A las novelillas del Oeste seguía sin hacerles ni caso.

El caso es que aquel pequeño negocio de txutxes lo regentaba (creo) un viejo matrimonio. No conocía ninguna tienda de esas características que aún hiciera negocio con el intercambio de cómics y «bolsilibros» excepto esa, muy convenientemente ubicada cerca de mi casa. Pensaba con tristeza que, una vez que se jubilaran, ese bonito canje se perdería.

Y así fue. Ahora esa pequeña lonja está con la persiana echada y con el cartel de «se vende o se alquila».

Confesaba antes que me seguía resistiendo a las novelillas de Marcial Lafuente Estefanía. Prefería las aventuras de superhéroes, con especial hincapié en Spiderman y Conan «el Bárbaro». (*Por cierto, ¿alguien sabe de algún negocio de golosinas que aún siga con la tradición del cambio de cómics y libros de bolsillo de segunda mano? Si es así, por favor, déjenmelo en comentarios).

Pero, posteriormente, en mi trabajo, un hombre que siempre me veía leyendo en mis ratos libres me preguntó si me gustaban las novelas de tiros. Yo, por educación, le dije que sí. Craso error. Inmediatamente me trajo prestados varios de esos «bolsilibros» del Far West. Y, por decoro, me los leí.

Y me gustaron.

Supongo que no tenía escapatoria: la providencia sabe lo que tiene que hacer para que, por mucho que te pongas de perfil, te lleguen las cosas que te tienen que llegar. Uno no puede huir del destino siempre.

Con ese tipo de lectura, mi visionado de los westerns mutó. Pero lo que más me sorprende es cómo la energía romántica de un tiempo que no volverá me ha hecho escribir ya dos novelas que homenajean aquel tipo de lectura.

Tal vez, esa haya sido una de las razones por las que, en pleno confinamiento de 2020, publiqué «La redención de JOHN DICKSON».

Y hoy estoy feliz de presentar mi segundo western: ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»».

Hoy en día el western no es un género demandado como en sus años dorados. No obstante, aquellos grandes directores de la época, como John Ford, Sergio Leone o Henry King, y grandes actores y actrices, como Kirk Douglas, Gary Cooper, Marilyn Monroe o Jennifer Jones, me hicieron amar este género y me dieron grandes momentos de entretenimiento y reflexión.

Esta novela, como la anterior, vuelve a rendir homenaje a los westerns clásicos y a los carismáticos «bolsilibros» que inundaron nuestras tiendas de txutxes (pero también las librerías y los quioscos). Nuestros padres y abuelos devoraban esos libros de bolsillo firmados por Marcial Lafuente Estefanía, Silver Kane o Ralph Barby (por cierto, autores españoles que firmaban con pseudónimos).

SINOPSIS

Kirk Boston vive tranquilamente junto a su hijo y su mujer en las afueras de la emergente ciudad texana de Jackson City. Pero esa calma se verá interrumpida por la visita de un forastero que viene a buscarlo en nombre de un poderoso senador para que capture con vida al forajido más sanguinario: Mark Thomas, alias «el Guapo», quien va dejando un rastro de terror, saqueos y asesinatos allí por donde pasa con su banda.
««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» es un western para los amantes del género y para todo aquel que disfrute con una buena historia en la que se combinan acción trepidante, gotas de humor y el dilema del protagonista entre la responsabilidad para con su familia y su profundo sentido del deber: hacer frente y detener al bandido más despiadado del Oeste.

Si deseas un ejemplar físico (edición limitada) puedes dejar tus datos en mi mail (ritxard@yahoo.es) o en comentarios de este post (no serán publicados).

Precio de ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»» es de 10 euros (+ 5 euros de gastos de envío en la Península)

Para los amantes de lo digital ya disponible en Amazon (eBook)

*Spoiler: Aquella pequeña tienda de txutxes que ya cerraron estaba en el barrio bilbaíno de Basarrate. Exactamente, en la calle Pintor Losada (cerca de la entrada al Grupo Sagarminaga)

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

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EL WESTERN COMO ARQUETIPO DE LIBERTAD: UN GÉNERO A RESCATAR

«La redención de John Dickson» bien acompañado por los famosos bolsilibros de los años 60, 70 y 80

Cuando era niño, había solo televisión pública. Más tarde, tal vez sobre los cinco años, apareció la ETB (televisión autonómica vasca), con dos canales: uno en español y otro en euskera. Ya en la adolescencia, aparecieron las primeras cadenas privadas: Antena 3, Telecinco y Canal Plus (de pago).

Pero hasta aquella adolescencia solo estaban las públicas, y los fines de semana había película después de las noticias. Generalmente, eran films clásicos; algunas veces, westerns. En aquel entonces, no era capaz de apreciar ese género; supongo que porque deseaba ver películas de fantasía, más acordes a mi edad.

Sin embargo, los mocosos de principios de los ochenta sí disfrutábamos del Far West gracias a la serie animada, inspirada en el cómic de Morris (dibujante de historietas belga), de Lucky Luke. Este vaquero estoico y solitario podría ser un Quijote y el que hacía de Sancho Panza era su caballo, un corcel blanco y charlatán. Sus aventuras siempre se resolvían en favor de la justicia, y los malhechores acababan entre rejas.

Claro que la vida no es tan sencilla como en aquellos dibujos inocentes.

Tuvieron que pasar años antes de que valorara el western en toda su magnitud y, personalmente, creo que cuando empezaron a gustarme me hice mayor y dimití del acné de la inmadurez.

Intérpretes como John Wayne, Gregory Peck (actor en el que me inspiré para «La redención de John Dickson»), James Stewart, Gary Cooper, Burt Lancaster, Kirk Douglas y muchos otros solían dar vida a hombres fríos, a veces brutos, pero con un alto sentido de la nobleza y del deber.

También había momentos para el amor. Aquellos varones rudos tenían una forma sutil (y tierna) de declararse que solo he visto en las viejas películas del Oeste. Interpretes femeninas como Joan Crawford, Jennifer Jones (impresionante en «Duelo al sol»), Jane Russell, Claudia Cardinale, Marlene Dietrich o incluso Marilyn Monroe dieron lo mejor de sí en la época dorada del western hollywoodense. Pero no estaban solo para hacer bonito (muy bonito, diría yo), sus papeles en aquellos films era el de interpretar a mujeres fuertes, muchas veces con un carácter volcánico. Aquello sí que era empoderamiento del bueno y no lo que les quieren vender hoy a las féminas.

En resumidas cuentas, visionar un western en los actuales tiempos posmodernos es una forma de aguarnos la fiesta. En muchas ocasiones, el héroe del western suele ser un individuo con dilemas y agonías, que debe tomar decisiones dolientes; un hombre, en general, de pocas palabras, pero mensaje clarividente, con un carácter taciturno a veces, algo opaco y, mayoritariamente, solitario. Sin embargo, también es un personaje magnético, carismático, fuerte y masculino, con esa mirada poderosa de alguien que ha vivido intensamente y supongo que, por esa razón, tiene un cierto componente balsámico. Para que esto ocurra, un buen actor de western debe trabajar muy bien con el lenguaje corporal, porque con los ojos, los gestos y el movimiento de su cuerpo, debe permitirnos intuir sus claves y sus revelaciones. En definitiva, es necesario que hable sin hablar. Cualquiera que haya visto, por ejemplo, los silencios estruendosos de «El bueno, el feo y el malo» sabe a qué me refiero.

¿Y por qué el western rompe el consenso de la posmodernidad?

Porque es un sopapo de realidad y viene a decirnos que no todo es exigir derechos y que la existencia no es una fiesta continua donde nada debe incomodarnos; porque nos enseña que no es lo mismo un problema que una decisión; porque nos muestra (en forma de lecciones) que la vida que merece la pena vivir es la que se vive en libertad, que es el valor y el coraje (y no el conformismo) lo que da valía y autenticidad, que lo esencial es el camino (y lo que hacemos mientras, tal vez, cabalgamos en nuestro rocín) y no la meta, que los tiempos rudos y difíciles transforman a los hombres (y a las mujeres) en una versión mejor (o peor) de sí mismos.

Y, por otro lado, no puedo olvidarme de las bandas sonoras. Grandes compositores han prestado su talento a este género: Dimitri Tiomkin, Ennio Morricone, John Barry, Elmer Bernstein y Alfred Newman, entre otros. La música debe alternar compases que suenen a épica, con notas heroicas y aventureras, todo en un huracán de grandiosidad, pero compaginado con maestría con otras melodías más intimistas, elocuentes, sensibles y crepusculares.

Un buen western nunca es complaciente, ni mucho menos políticamente correcto. Puede ser incómodo y debe serlo. Exige atención y presencia. Debe tener de todo y hoy, más que nunca, es un género necesario. Grandes directores han puesto su lúcido talento en proporcionarnos grandes títulos que visionar, una y otra vez, como lecciones de vida. Artesanos del cine como John Ford, Sergio Leone, Clint Eastwood, Howard Hawks o el más contemporáneo Quentin Tarantino le dan el tratamiento minucioso que merece, porque, demos gracias a Dios, el western no puede ser otra cosa que lo que es.

Para sintetizar, el western compila en dos palabras el arquetipo de libertad: lo bello y lo salvaje.

(Y para celebrar el lanzamiento de ««KIRK BOSTON contra la banda de Mark «el Guapo»», desde hoy hasta el 25 de agosto podéis conseguir GRATIS el eBook (Amazon) de mi anterior western «La redención de John Dickson».)

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

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