REFLEXIONES «TXIRRINDULARIS» VIII. LA CULTURA «WOKE» (O «CULTURA DEL POSTUREO») Y LAS ACCIONES QUE BROTAN DESDE EL CORAZÓN (ERMITA DE «SAN FRANCISCO DE OLABARRI»)

Publicado: 3 octubre, 2021 en Artículos Opinión, CICLISMO

Atardecer en la ermita de «San Francisco» (Dima)

Son los hechos los que nos definen. Puede que nosotros tengamos una opinión certera de nosotros mismos. No obstante, amigos y enemigos, nos ven de otra forma (casi) siempre: nos juzgan por lo que hacemos.

Esto lo suelo observar, en muchas ocasiones, en las personas que, generalmente, votan «izquierda». Lo hacen porque ellos tienen la opinión que es el «voto natural» de las buenas personas, que es como decir que quién no vota como ellos no son trigo limpio. Esto es una visión binaria y, por tanto, limitada.

Esto es lo que menciono como «cultura del postureo» o «woke».

Porque gente «buena» y «mala» existe en todo tipo de religiones, en ambos sexos, y de cualquier ideología política.

Esto es porque la forma de razonar de un posmoderno es unitaria en la relación Estado-Sociedad. Para ellos es lo mismo. Pongo un ejemplo, cuando sucede una desgracia, llámese asesinato, violación, agresión, etcétera; ellos no ven un particular, o particulares, responsable de esa mala acción.

Ellos ven lo que denominan «sistema»; un sistema de opresión, un sistema de violencia, un sistema que todo lo envuelve. Por tanto, para ellos, la gente no tiene nombres y apellidos, todo es un colectivo.

Para conseguir tal fin de pensamiento, estos tipos, no permiten la disociación. Son uno con su ideología. Están aferrados, ortodoxamente, a esas «verdades».

A mí, la cultura «woke», me recuerda los cómics, en especial las de superhéroes, donde el villano, en muchas ocasiones, con la excusa de estar trabajando por «el futuro de la humanidad», quiere imponer algún plan malvado, genocida y psicópata por el «bien común».

¿Esto les suena, verdad?

Y es que ser necio y cerrado de mente no lleva más que a la frustración fundamentalista.

No les importa las consecuencias, para esta gente lo esencial es la teoría. Parecen fariseos más preocupados en aparentar que en hacer el bien común.

«No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: ¡Jamás os conocí: apartaos de mí, agentes de la iniquidad!» (Mateo 7, 21:23)

Y mira que existen problemas en España. Por poner varios ejemplos: el desempleo que es la más alta de Europa, con la recuperación económica más lenta, los autónomos siendo brutalmente saqueados con más impuestos y el precio de la luz más elevado de nuestra historia. No obstante, el aliado «woke» medio, y posmoderno, ve problemas, muchas veces, donde no los hay.

Esto es causa del posmodernismo reinante (que no cree en las diferencias ni en el individuo) y solo desea la dicotomía colectivista de «conmigo» o «contra mí».

Y, por supuesto, no van a perdonar a nadie que no esté dentro de su corriente.

Supongo que hacer lo correcto con una moral considerada con aquellos que nos acompañan es con acciones buenas que broten del corazón. Esto, a mi parecer, es un inicio y, asimismo, un final.

Posiblemente, Jesús lo explica mucho mejor, y con menos palabras, en el siguiente pasaje:

«Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas entonces de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda» (Mateo 5, 23:24)

En esta ocasión, primer domingo de octubre, os transporto hasta la ermita de «San Francisco de Olabarri» (Dima), junto al río Indusi y, relativamente, cerca de las famosas cuevas de Baltzola.