REFLEXIONES «TXIRRINDULARIS» IX. ALGUNAS DELIBERACIONES POST-PANDEMIA Y EL «DESPERTAR» QUE NO HA LLEGADO (ERMITA DE «SANTA LUCÍA» EN LLODIO)

Publicado: 17 octubre, 2021 en Artículos Opinión, CICLISMO

La bicicleta apoyada en la entrada principal de la ermita de «Santa Lucía» (Llodio)

Demasiadas feministas, por no decir todas las que viven de la ideología (y las que siguen como rebaño la doctrina), piensan que las «penurias» y dificultades que experimentan las mujeres son signos de una sociedad patriarcal injusta.

Esto muestra dos hechos:

Lo autoritario y egocéntrico que hay que ser para pensar que la vida debe ser simple y fácil.
Y lo ignorante que hay que ser sobre cómo es la vida de los hombres.

Al punto 1, le añadiría que la idea de que un pequeño inconveniente (por ejemplo, un enojo muy fuerte porque me llaman compañera y no «compañere») sea un trauma es la máxima prueba de una vida de lujo.

Además, siempre están con los temas de género.

El sexo es un hecho objetivo, por mucho que se ladre.

Sin embargo, el género puede significar todo tipo de percepciones subjetivas; es decir, el género pertenece a roles culturales de género (el rol de ama de casa para las mujeres) o identidades políticas de género (el género fluido o «no binario»).

Estos dos términos, sexo y género, a menudo se confunden.

Pero veamos otro «problema» de esos que quitan el sueño a las feministas: «¿Cómo ha afectado la crisis climática a los cuerpos de las mujeres?»

Sin comentarios.

Yo pensaba que durante la pandemia, al ser conscientes de nuestra mortalidad (y no hablemos de los que se enfrentaron a la pérdida de un ser querido), surgiría un «despertar» social. En resumidas cuentas, creía que el posmodernismo con sus políticas de identidad, el postureo «woke» y la cultura de la cancelación se desvanecerían como lágrimas en la lluvia. Lamentablemente, nada de esto ha sucedido.

Y esto sí es una tragedia.

En cambio, ese enfrentamiento a la muerte nos ha paralizado de tal forma que hemos olvidado cómo vivir. Y, aunque esto no es cosa de la pandemia, sí parece que lo ha agravado; tenemos temor a relacionarnos entre nosotros. Excepto a través de la tecnología, que es un medio que nos conecta de la misma manera que nos aísla.

Para finalizar, y como es costumbre, hoy toca visita a una ermita vasca. En esta ocasión, la ermita de «Santa Lucía» (Llodio). Unas rampas de infarto para los que deseen una buena «penitencia».