REFLEXIONES «TXIRRINDULARIS» LXVI. POR QUÉ NUESTROS GOBERNANTES CARECEN DE «INTELIGENCIA EMOCIONAL» Y, ADEMÁS, LES DA IGUAL

Publicado: 14 marzo, 2023 en Artículos Opinión, CICLISMO

Depósito de Aguas de Arteta (Usánsolo, Vizcaya)

El gobierno más feminista, tolerante, inclusivo, woke y progresista ha demostrado, con creces, ser de una torpeza digna de estudio.

No tenemos más que ver su legado.

Alarmante y populista, por ejemplo, es la gestión de la fuga de la empresa Ferrovial. Y los gobernantes, en vez de hacer autocrítica y analizar las razones, atacan a la compañía. Esto es una muestra fidedigna de que, aparte de unos inútiles, tienen una inteligencia emocional nula.

¿Por qué? Daré un ejemplo vivencial que, seguramente, hemos pasado todos.

Imaginemos que nos deja nuestra pareja. Nuestra «estrategia» para que regrese a nuestro lado no es invitarle a sentarse, escuchar sus argumentos, ponerse en su lugar e intentar un arreglo. No. La táctica es insultar, ningunear, rabiar y amenazar. Jaque mate de la política posmoderna, ¿verdad? ¿Qué podría salir mal comportándose como unos niñatos que lloran porque le han quitado un caramelo? Están dando la razón a Ferrovial de su alejamiento y que tomen las de Villadiego con más celeridad si cabe.

«El gobierno del diálogo» se hace llamar para más inri y son nitroglicerina pura. Actúan como matones de tercera regional, con el pataleo propio de un adolescente inmaduro.

Así seduce, así convence los que llevan las riendas de España.

Créanme que tengo cactus en casa con más inteligencia emocional que esta tropa de incompetentes. Y da pavor que no haya consecuencias, ellos van a continuar cobrando sus sueldazos a final de mes.

No obstante, quien dice grandes empresas dice también pequeñas y autónomos (solo en enero de este año han cerrado 20.000). Asfixiados a tributaciones y presión fiscal para mantener un Estado que ya no nos cabe el país. Su excusa de subir impuestos es el cacareado: «hay que pagar pensiones, sanidad y educación». Sí, pero si matamos la gallina, ¿quién quedará sufragar el estado del bienestar? Es de primero de economía que con unos impuestos justos (y moderados) se activa el emprendimiento, se crea empleo y, por ende, habrá más gente cotizando. El resultado, en resumidas cuentas, es una estabilidad económica (y social) que repercutirá en unas arcas públicas más sanas y llenas.

¿No es eso lo que, se supone, que quieren?

Y, además, cuando uno tiene trabajo (y dinero en el bolsillo) tiene libertad.

«Libertad», esa es la palabra clave. Pero eso, me parece, ya no les hace tanta gracia.

Ritxard Agirre – https://ri2chard.wordpress.com/

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